Este verano, en el mes de Julio, salimos a pescar en la barca de nuestro amigo Miguel Angel, con su mujer, la madre de esta, Eduardo, y yo.
La mañana emezo movidita, pues el mar no era una balsa de aceite y las olas rompían en nuestra cara.
A lo largo de la mañana, el mar se calmo, como mis mareos, y a eso de media mañana empezo lo mejor, picadas y mas picadas.
Que corta se hizo la mañana, y q bonita es la pesca cuando los peces entran...
Este fue el resultado de nuestra pescata.